Reynett: Mis Padres

¡Hola a Tod@s!

Bueno he decidido hacer esta entrada porque ya tres princesas, lectoras del blog, me han preguntado acerca de mis padres, de mi relación con ellos, la relación entre ellos, en fin. Me preguntan por ellos y quiero contarles un poco sobre ambos. Es un tema delicado pero me servirá como no tienen una idea poder contar todo desde el principio, hasta la actualidad.

Ok, empecemos.

Mis padres se conocieron en el trabajo, mi mamá había entrado a trabajar como recepcionista en un hotel cinco estrellas, donde ya trabajaba mi papá como mesonero. Luego de tres años, ella renuncia porque le salió una mejor oferta de trabajo y mi padre, justo cuando la vio salir del hotel con sus cosas, se animó a pedirle su número telefónico.

Estuvieron saliendo, teniendo citas, se hicieron novios y fueron formalizando poco a poco su relación. Cuando tenían 2 años de novios, llegué yo. No fui una hija planeada, mi mamá todavía no había terminado la universidad cuando quedó embarazada de mi. Sin embargo, ambos decidieron hacerse responsables y empezaron a buscar un lugar para mudarse juntos. Mi madre me cuenta que mi papá estaba como en shock y no reaccionaba, a pesar de que la ayudaba económicamente, no iba a los ultrasonidos, no la acompañó a comprarme nada, en fin, no hizo acto de presencia en esos momentos.

Un mes antes de yo nacer, se muere mi abuelo paterno y mi papá, tuvo que viajar a lo que fue el velorio y el entierro. Su plan era estar dos semanas allá pero por problemas con el transporte, estuvo mes y medio, y se perdió mi nacimiento.

Para cuando él regresa, mi madre ya había conseguido un sitio al cual mudarse, una pequeña casa que les quedaba a ambos cerca del trabajo y que era espaciosa, en realidad era una casa dividida en tres pisos pero la dueña, nos alquiló el segundo piso. Tengo entendido que al volver mi papá, quedó encantado conmigo, decía que yo era su princesa, su adoración, su niña consentida. Que me besaba, me cargaba y me abrazaba.

Yo crecí donde mi abuela, digo crecí porque de lunes a viernes, estaba allí todas las tardes al salir del colegio y cuando mi mamá me pasaba buscando, ya yo tenía sueño y llegaba a nuestra casa a dormir, si no es que me quedaba donde mi abuela. Incluso llegaba a quedarme ahí por meses, viendo a mis padres los fines de semana.

Todo iba muy bien, mi papá era super cariñoso conmigo, jugábamos, me sacaba a pasear, me buscaba a la escuela, me peinaba, me compraba cosas, hacía las tareas conmigo, en fin, era mi adoración. Cuando cumplí 4 años, ellos peleaban demasiado, discutían por el dinero, por la casa, por su relación, por mi, en fin, por cualquier cosa. Mi papá quedó desempleado y empezó a beber, a mi mamá le empezaron a quedar los cargos de la casa y cada vez, estaba más estresada, no era para menos.

Un día tuvieron una discusión muy fuerte, en la que mi papá golpeó a mi mamá, varias veces. Yo estaba encerrada en el cuarto viendo una película a todo volumen para no escuchar los gritos pero hubo un punto en el que no aguanté más y salí, vi a mi mamá en el suelo sangrando, llorando mientras mi padre la pateaba una y otra y otra y otra vez. Sin embargo cuando me vio, me abrazó y me dijo que eso le había pasado a mami (como yo le decía para ese momento) porque se había portado mal, que a las personas que se portan mal hay que darles un castigo pero que como yo siempre me portaba bien, a mi nunca me iba a pasar eso y me mandó a mi cuarto a dormirme. Incluso fue conmigo y se quedó contándome un cuento hasta que me dormí.

Pasaron las semanas y no se volvió a tocar el tema, mi mamá ya no discutía con él, ni siquiera hablaba. Mi padre empezó a tomar cada vez más pero nunca volvió a ponerse violento, o al menos hasta entonces. Cada vez se volvía más cariñoso conmigo, todo lo contrario a mi mamá.

___.....___ Escuchen esta canción, es con la que más identifico esta parte "Confesiones de un corazón roto"

Cuando cumplí 7 años, mi mamá estaba muy nerviosa ese día, mi papá había salido desde la mañana y no tenía pinta de regresar pronto, así que ella aprovechó para beber una de esas botellas que él siempre tomaba, yo sabía que cuando papá regresara ella iba a recibir un castigo, pues se estaba portando mal.

Me fui ese día con mi mejor amigo, Tomás. Resulta que el cumplía al día siguiente, por lo que en su casa ya había planes de fiesta. Pasé la tarde ahí pero se me olvidó avisarle a mi mamá a donde iba. Cuando regreso a la casa, mi mamá estaba que no podía con su alma y empezó a gritarme que todo eso era mi culpa, que yo causé todo esto, que si no hubiese sido por mi, ella ahorita estaría casada con X (no recuerdo bien el nombre), en fin, me reclamó por todos esos años en los que ella había aguantado a mi padre por mí.

En la noche llegó mi papá, estaba igual de borracho que mi mamá, quien ya estaba un poco más recompuesta y me llamó a la sala. Cuando salgo tenía un gran peluche que era para mí, se había acordado de mi cumpleaños y yo me sentí la niña más feliz del mundo. Empecé a abrazarlo y a darle besos, ese era el papá que yo quería, el papá que nunca dejaba que algo que se tratara de mí, quedara como insignificante.

Mientras yo le contaba lo que había hecho en el día, él le preguntó a mi mamá por mi pastel, ella se puso pálida y empezó a temblar. Yo por un momento sentí lastima por ella pero me acordé de todo lo que me había dicho en la tarde y por la misma rabia, le dije a mi papá que ella no había hecho nada en todo el día, que solo estuvo tomando una de sus botellas. No me dio tiempo de procesar lo que pasaba cuando mi papá jaloneaba a mi mamá por el cabello, le gritaba, la golpeaba y la insultaba. Como cada que terminaba me dejó en mi cuarto y esperó a que yo me durmiera. ¡Si! Como cada que terminaba, porque durante todos esos años, se repitieron esos maltratos hacia ella.

___....___

La situación económica era insostenible en la casa, mi papá cada vez gastaba más en su vicio y mi mamá se consiguió un trabajo nocturno para que no nos corrieran de la casa, pues se debían meses del alquiler, sin contar los gastos de luz, agua y teléfono, además de la comida y mis estudios. Ella había hecho un curso de enfermería en su adolescencia y justo en una clínica, estaba solicitando una auxiliar de enfermera para el turno nocturno, por lo que ella se postuló y quedó.

Yo debía quedarme con mi papá pero no me preocupaba porque él nunca me había hecho nada. A penas mi mamá se fue, me puse a hacer mi tarea y al ver que mi papá no regresaba del bar donde se la pasaba, calenté la comida y empecé a comer. Pero no pude terminar porque él llegó más borracho que nunca, me atrevo a decir que hasta estaba drogado y empezó a llamar a mi mamá, a mi me dio miedo verlo así pues nisiquiera se había fijado en mí.

Me acerqué a él y le dije que mami se fue a trabajar como enfermera. Él gritó y buscó en toda la casa, me imagino que a mi mamá pero al darse cuenta que ella no estaba, fue a la cocina y cuando iba a servirse la comida, me vio y me dijo "¿Y tú no piensas servirme la comida?" No me sonrió, no me miró cariñosamente, simplemente me ordenó lo que él quería.

Yo para no provocarlo, le serví la comida y se la puse en la mesa pero en mis nervios, se me olvidó servir el arroz en un plato y el pollo en otro, como a él le gustaba. Mi mamá me lo había dicho antes de salir pero se me olvidó.

Él tiró la mesa y me jaló del cabello, no me pegó, simplemente lo jaló hasta que se cansó y me hizo limpiar lo que él había tirado. Cuando terminé y fui a dejar el coleto en el baño para lavarlo más tarde, me pegó, según él porque debía aprender a tomar el papel de mujer de la casa.

Esa noche me golpeó con sus manos y con un cinturón pero cuando se cansó, se acostó a dormir. Yo no podía quedarme ahí, quería irme, quería a mi mamá, quería que volviera mi papá, ese que siempre había sido cariñoso y que nunca se habia atrevido a ponerme una mano encima.

No podía salir por la puerta, ya que él tenía la llave en su bolsillo y cuando intenté quitársela, él se despertó, me iba a lastimar de nuevo, le había despertado y él odiaba eso, por lo que salté de la ventana pero no me fije antes de saltar si estaba abierta o no, la ventana estaba cerrada y me clavé pequeños cristales por todo el cuerpo.

Gracias a eso, la dueña de la casa llamó a la policía y a la ambulancia, mi papá nisiquiera se había levantado de la cama, simplemente no podía. Cuando la policía llegó, se lo llevaron detenido, él no parecía entender lo que estaba pasando ya que no ponía resistencia y se reía de todos. Los mirones de los vecinos enseguida salieron y empezaron a hablar entre ellos. La dueña de la casa, hablaba con la policía mientras los paramédicos me limpiaban las heridas de los brazos y piernas pero debían llevarme al hospital, pues me clavé un cristal en el vientre que me hizo una herida profunda, ellos solo pararon la hemorragia o bueno, hicieron lo que pudieron, ya que yo no paraba de sangrar.

Por casualidades de la vida me llevaron al hospital donde mi madre debía estar así que le dije al doctor que estaba de guardia, que buscara a mi mamá que ella empezaba hoy, que debía estar ahí. Sin embargo, parecía que nadie me escuchaba, yo quería ver a mi mamá pero a nadie parecía importarle. Me metieron al quirofano, me sedaron y de ahí me borré, no supe más nada de lo que pasaba a mi alrededor ___.....___ Cuando despierto estaba mi mamá y mi abuela conmigo. Yo lloré con mi abuela, ya que no me atrevía hacerlo con mi mamá. Ella por otro lado, no paraba de llorar y pedirme perdón por todo. Me explicaron que mi papá estaba detenido, que se iba a abrir un proceso legal, que no tenía más nada por lo que preocuparme. Y al ver al doctor, él empezó a hacerme preguntas mientras anotaba todo en una libreta, me dijo que yo no iba a tener trato directo con los policías por el momento, que todo lo que yo le dijera sobre el incidente, él se los haría saber. Y al final, me explicó que tuvieron que hacerme una intervención quirúrgica, que lograron parar el sangrado pero que tardaría en cicatrizar y que el cristal, había dañado mis órganos internos. Mi mamá pasó las noches conmigo, pude ver a mi padrastro (quien para ese momento no lo consideraba así. Ya más adelante, en otra entrada hablaré de él), a Tomás (solo por minutos), a Lilieth (también por minutos), fueron varias maestras a verme, familiares e incluso, ex-compañeros del trabajo de mi papá. Una psicóloga me iba a ver todos los días, hablaba por horas conmigo y empezó a prepararme poco a poco para lo que se avecinaba: El juicio. Mi recuperación física fue lenta pero logré estar lista para el día del juicio. Esa fue la última vez que vi a mi papá. Dije todo lo que me había guardado, las peleas que tenía con mi madre, como la golpeaba, como la insultaba, como tiraba las cosas, como me golpeó, como me grito. Él solo escuchaba pero me miraba tal cual miraba a mi mamá cuando ella hacía algo que estaba mal.

___.......___ Ahora esta "Por el amor de una hija"

Fue condenado a 15 años de cárcel sin derecho a libertad condicional. Hubieran sido más si mi mamá hubiese puesto la denuncia en su momento por maltrato pero ya que no lo hizo, solo tomaron en cuenta lo que pasó conmigo.

Hoy en día, ya han pasado 9 años de eso. Gracias a la mamá de Tomás quien fue a visitar una vez al hombre que lo atropelló, sé que seguía ahogándose en alcohol y drogas. Cosa que hace muy probable que no llegue a cumplir los 15 años y termine saliendo, pero con los pies por delante.

Mi mamá logró reponerse, asistió a terapia y centros de ayuda para mujeres maltratadas. Por un tiempo, recibió ayuda de la familia hasta que pudo independizarse y tener las condiciones para hacerse cargo de mí. No ha intentado rehacer su vida, a nivel de conseguirse una pareja estable pero yo no quito la posibilidad de que lo haga en algún momento.

Y bueno, yo por mi parte no dejo de pensar que esa paliza me la merecía, por haber sido causante de varios de los golpes de mi madre, por haber disfrutado de una manera muy morbosa, la diferencia que había entre ella y yo, porque aunque lo niego, me gustaba ver que mi papá era una cosa conmigo y con ella otra, que a mi no me hacía nada y que para él yo era "su princesa".

No dejo de sentirme culpable por saber que él está allá adentro, posiblemente, pasando sus últimos años de vida allí por mi culpa. No puedo odiarlo como todo el mundo cree que debería hacerlo. ¡Era mi padre! Y si, me hizo mucho daño, también a mi madre pero... ¿Qué hago yo con los recuerdos que tengo? ¿Qué hago con todos esos paseos? ¿Qué hago con esas palabras de cariño? ¿Qué hago con mi mundo de fantasía en el cual, él me quería y nunca me iba a hacer daño como me lo prometió una vez? ¿Qué hago con todos esos momentos en los que estuvo conmigo sacándome una sonrisa? ¿Qué hago con esto que siento? No me queda de otra que callarlo.

Desde el día del juicio, donde dictaron sentencia, le escribo cartas una vez por semana. Sé que es absurdo ya que no planeo dárselas y no puedo estarme aferrando a un recuerdo, pero eso de alguna forma, me ayuda a mantener esos recuerdos a raya, me ayuda a hacer una comparación de lo que él era y de lo que terminó siendo, y me ayuda a no derrumbarme con ese tema.

No mentiré diciendo que no lo extraño o que lo odio, tampoco mentiré diciendo que tengo malos deseos hacia él, ¡No! Absurdo, ridículo, patético, como quieran llamarlo pero... A pesar de todo eso, lo sigo queriendo, siento que tengo una deuda con él y que estoy obligada a quererlo, por ser quien es.