
No te vi más desde la última vez...hace un mes. Que tortura. No sé por qué te extraño y hay días que me olvido de ti porque sí. No entiendo por qué me tiene que gustar el que no se puede, el complicado y el que no me quiere. O soy yo, yo complico. Me estás matando, tus letras son cada vez más cortas cuando me escribes, no sé, estoy segura que no me quieras ver más, pero yo sí, te quiero ver todos los días. Son tus ojos verdes, penetrantes y perfectos que me ponía nerviosa y no sabía dónde mirar para quitar mi rostro de idiota. Me ponías idiota. Así de simple.
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