
Me daba demasiada pena ver esos ojos verdes y claros. Escondía la mirada cuando me mirabas de una vez. Tu cabello, las cejas gruesas y la barba... las ganas que tengo de acariciarte y los miles de besos que te quiero dar. Tenias las características que a mi nunca me ha gustado físicamente, pero tu, tu eras perfecto en todas formas.
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