
Ese sentimiento que debe llamarse un sinónimo de maravilla+interesante+ansiedad de vivir... cuando conoces a alguien cuyo su primer idioma no es el español que hablas, ni el chino que habla tu familia. Lo conoces y sus diferencias hacen que los labios de los dos se estiraran formándose una sonrisa y un sonido de risas silenciosa que murmuran en la madrugada.
Es increíble que nos atraemos, las miradas atrevidas, las sonrisas y risas penosas... No estamos enamorados, simplemente la atracción y la química hace que nuestros corazones acelere. Es como si estuviera en su mundo que no es igual a la que vives... te saltas de las páginas de tu libro y entras a su libro, lo conoces, lo lees y es como si él estuviera ahí presente, mostrándote su casa y enseñándote cómo jugar el basket...
Ya cuando toca regresar a tu libro para continuar y terminar los capítulos de tu vida, es otra historia. Mientras estás en tu libro, extrañas leerlo, te quieres escapar pero no puedes.
Un momento desesperante decides escribir un capítulo en tu libro para cambiar totalmente la historia y es posible que en mi libro conecté con él...
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